"Pinto por necesidad; necesidad física, mental y emocional. Lo hago desde mi adolescencia, no imagino mi vida hoy sin colores y pinceles, sin el característico perfume a taller que se vuelve hogar." El paisaje es un tema recurrente que atraviesa todas las etapas de mi proceso. El lenguaje se ha modificado con el tiempo, la estética, el uso de materiales, las maneras de pintar y los conceptos con que lo abordo, pero la naturaleza que me rodea es “mi” tema y desde aquí abordo la reflexión sobre el mundo. La búsqueda de una belleza singular es un motor que me induce a investigar sobre el color y su relación con las emociones. Una belleza que se sitúa entre la representación del mundo y los elementos propios del lenguaje pictórico. Manchas, texturas, colores, se entrelazan con formas reconocibles que provienen de la naturaleza. Sigo un proceso donde el pintar combina momentos decididamente lúdicos, sobre todo al inicio de un trabajo, para pasar luego a etapas donde el hacer se vuelve un modo de meditación. En las etapas iniciales de mi labor, el azar y la experimentación se liberan, luego viene la reflexión sobre el resultado y más tarde las decisiones fluyen a un ritmo lento de trabajo, capa sobre capa, de imágenes, materia y color. Es un proceso largo y pausado que da como resultado imágenes que invitan a descubrir y sumergirse en la obra activando las asociaciones mentales que se disparan en la mente del observador. En las obras más recientes en las que me encuentro trabajando el paisaje (territorio simbólico) se transforma en un espacio de ambigüedades entre el recuerdo y el presente. Esos fragmentos que llegan a la memoria disparados desde un tiempo pasado vaya a saber por qué mecanismos misteriosos, y se nos vuelven tan vividos como inaprensibles. Paisajes inmóviles sin la presencia humana pero con evidencias de su existencia, llegan como imágenes claras y la vez transformadas por nuestra historia. Cuánta veracidad hay en ellas? Cuanto han modificado aquel momento nuestras emociones y nuestra construcción del tiempo?El presente como espacio de construcción de la memoria emotiva es el terreno de mis cuestionamientos.Esto es lo que hoy me mueve, me incita a preguntarme ¿qué será de nuestro presente cuando se convierta en recuerdo? ¿Qué quedará del aquí y ahora cuando se nos presente en la memoria fragmentado, fugaz e inasible? Que sabor nos dejará al escabullirse? Pato Valentin