¿Cuándo puedes llamarte "artista"? - Arte Escuela

¿Cuándo puedes llamarte «artista»?

Por Pato Valentin

Es la pregunta que todos hemos oído alguna vez. Quizá lo pensaste la primera vez que alguien te miró de reojo mientras decías tímidamente: “Bueno… eh, pinto un poco…” Sin darte cuenta, le bajaste el volumen a algo que en realidad era importante, algo tan tuyo que, por alguna razón, no te animaste a decir con claridad.

Curioso, ¿no? Los niños, cuando dibujan o pintan, nunca dudan en proclamarse artistas. Lo hacen con una seguridad que no necesitan justificar; son artistas solo porque pintan. Pero en algún punto, mientras crecemos, se instala esa vocecita que nos dice que «artista» es un título reservado, algo que hay que merecer de alguna manera misteriosa o lejana.

Entonces, cuando nos preguntan «¿A qué te dedicas?», es fácil salir con la respuesta que encaja en la norma: “Soy contadora” o “Soy abogada.” Y claro, sí, “eso es lo que hacemos», pero realmente ¿es lo que sos?.

Cuando la pregunta cambia a “¿Qué sos?”, entonces si, entra en juego quién somos realmente, esas partes que a veces nos cuesta reconocer. Somos muchas partes no?

Ser artista no se trata solo de tener un pincel en la mano o de haber llenado una libreta de bocetos. Es una convicción interna, una parte de tu esencia. Y ahí está el reto: dar ese salto y decir «Soy artista» sin tambalearse. Porque serlo no significa dedicarse todo el día a pintar ni haber estudiado en una academia. Ser artista significa que hay algo en ti que pide expresarse, que ve el mundo a través de colores, formas y texturas. Ser artista es un modo de ver y concebir el mundo…

Si estás aquí, leyendo esto, es porque ese algo está en ti. Así que la próxima vez que alguien te pregunte “¿Qué sos?”, prueba con algo diferente. Con calma, mírales a los ojos y dilo de frente: “Soy artista.” Porque ese momento es el que cambia las reglas, el que separa al que “pinta” del que *es*. No es un título que alguien te otorga ni una certificación oficial. Es una elección, y es tuya.

Y si sientes esa incomodidad al decirlo, si la voz de la duda se asoma, ¡genial! Esa incomodidad es el primer paso para cruzar esa barrera. Sé artista cada día, cada vez que eliges el papel en vez del “no sé si soy lo bastante bueno.” Porque cuando decides que eres artista, ya lo eres. 😊

Es ahí, justo ahí, donde empieza la magia. ✨✨

Pato

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